Una Pasión Compartida

Los y las vecinas del casco viejo de Durango sabemos que es vivir con pasión los fines de semana, las fiestas, las ferias, las juergas...pero las de los demás.
Es lo que un convecino durante el fin de semana anterior ha sentido, pasión, pero de las de padecer, sufrimiento, desgarro, impotencia.
En esta carta aparecida el día 6 de abril en el correo, C.C, relata en directo su personal epopeya vital con el ruido.

Viernes de Pasión 06.04.10 - 02:30

CARLOS C. DURANGO-VIZCAYA | CARTAS AL DIRECTOR. El Correo

Durango se dispone a celebrar un nuevo Viernes Santo. Dos son los eventos que adornan esta jornada: la Pasión, recuperada con éxito desde hace algunos años, y la menos conocida procesión del silencio. Ni a uno ni a otro asisto, hace ya tiempo que perdí el gusto por estos acontecimientos. Pero este año nuestros responsables municipales nos reservan una sorpresa: añaden, como contrapunto profano, un festival juvenil. No tengo ya años para incluirme en esta categoría y, también aquí, era mi intención sustraerme al evento. Pero no me está permitido hacerlo. Tengo mi domicilio junto al pabellón multiusos, donde se celebra el evento. Es un local que, bien utilizado, presta valiosos servicios a nuestra comunidad. Pero tienen también la costumbre de emplearlo como lugar de conciertos, y entonces se obra el milagro: nuestro Ayuntamiento nos invita gentil, gratuita y obligatoriamente, a todos los vecinos de la zona, al concierto. No es que nos remita una entrada, no; es que se ocupó de construir un edificio con emblemáticas paredes de cristal que le permiten a uno asistir al concierto con toda comodidad, desde su propia cama. Total, las normas municipales sobre niveles de ruido están para que el propio Ayuntamiento se las salte a la torera en los locales que regenta. Todo sea en aras de la cultura.
Son las tres y media de la madrugada cuando escribo estas líneas, amenizado aún por una música rock que no quiero escuchar, desvelado, maltrecho, cabreado, maltratado. Al fin y al cabo, me contestarán nuestros responsables municipales, no deja de ser un… Viernes de Pasión.