La asociación de vecinos, que celebra el sábado su aniversario, reclama al Ayuntamiento de Durango «una partida anual para la reparación» de las cárcavas
El terrible incendio en el Casco Viejo de Bermeo ha vuelto a
poner sobre la mesa la inquietud del vecindario de la parte antigua de
Durango. Según Arrillaga, en los últimos años se han sofocado media
decena de conatos, todos ellos de escasa consideración al haberse
detectado a tiempo. De ahí, que reivindique la importancia de elaborar
un plan de emergencia o evacuación, tomas de aguas para los bomberos y
continuar con la revitalización de las cárcavas que arrancó con un
proyecto piloto en 2011 y que a día de hoy apenas ha reformado una de la
docena de espacios contabilizados. Un tema que preocupa y mucho a los
vecinos dado el estado «lamentable» en el que se encuentran y que
continúa en el candelero después de dos décadas. «La administración
debería destinar una partida anual a su reparación», reclama Arrillaga.
La crisis, en su opinión, ha reducido la contaminación
acústica en el entorno al concentrarse la actividad los fines de semana.
Del mapa acústico elaborado por el Ayuntamiento en 2008 y que demostró
como se superaba los decibelios permitidos poco se sabe. El ruido de
madrugada continúa generandose por «actos incívicos y gamberriles».
Seguridad y basuras
Arrillaga admite que determinados aspectos han ido
mejorando, como la vigilancia policial después de solicitar hace un año
la colaboración entre la Ertzaintza y Policía Municipal. Pese a que la
incorporación de puntos de apoyo con contenedores de «quita y pon» ha
mejorado el servicio de basuras en la zona, Arrillaga lamenta que en los
últimos años se está rompiendo el ciclo de reciclaje ya que «los
sectores comerciales lo usan para todo».
El colectivo vecinal quiere rendir tributo este sábado a
sus socios y simpatizantes con el reparto de pintxos de pollo Eusko
Label y sidra natural en el pórtico de Santa María a las 12.30 horas.
Junto a este tentempié, por un euro, los asistentes participarán en el
sorteo de dos vales por 50 euros para gastar en los establecimientos del
Casco Viejo. El Correo
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