Domingo día 23 de septiembre. Por fin uno de esos miles de cristales y cristalitos que todos los fines de semana adornan el suelo, ha hecho una fechoría. Ha pinchado una rueda. Dentro de la faena que eso supone, estoy contento por que el cristal no se lo ha clavado ningún niño en la mano, o en la rodilla.Esta vez ha habido suerte y ha sido la cubierta y la cámara de una rueda de coche de niños. Ha sido entrar en el casco viejo y pinchar.Yo ya estoy harto de ver como cada fin de semana las calles Goienkale, Kalebarria y próximas a estas aparecen llenas de los puñeteros cristales.¿Acaso no hay una normativa sobre el consumo de bebidas en la calle?¿Vidrio en la calle?¿O me la estoy inventando yo?.Espero que ninguna persona tenga que acudir a un centro medico a que le saquen un cristal, ya que con la orina que hay en el suelo, no le va ha transmitir nada bueno.
Unos Padres cabreados.
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